12.15.2009

Alguna vez me preguntaron a quién admiro, hoy en plena primavera puedo decirlo. Admiro a la gente que duerme en la calle en un crudo invierno.
La vida sigue su curso, el mundo sigue girando, y yo sigo siendo lo que siempre he sido, una estrella fugaz que no entiende su propio corazón.
Cuando borran de tu memoria ciertos momentos, que por fugaces no dejan de ser placenteros, y en su lugar una enorme mano que baja del techo te impone límites y tiempos que te impiden soñar; entonces sin dudarlo estás viviendo una nueva etapa de esclavitud moderna...